En un recorrido por el centro de Caracas, Caraota Digital encontró tres hombres que trabajan en la calle, quienes hacen lo posible y se rebuscan para no dejar morir de hambre a su familia.
José Ramón, Juan y Yonaiker, tienen un realidad diferente, pero con carencias muy parecidas y revelaron a nuestras cámaras por lo que tienen que pasar para poder llevar la comida a su casa.
Yonaiker Belisario, un joven de 18 años, nos relató que se levanta desde muy temprano, para salir a las avenidas de Caracas a limpiar parabrisas de carros y así poder ganar algo de dinero para mantener a su hijo y su abuela.
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“A mí me han humillado, me han golpeado y no me importa, yo salgo todos los días a buscar dinero honradamente, para no dejar morir de hambre a mi abuela y a mi hijo”, dijo Yonaiker.
Por su parte, José Ramón Vera, se rebusca caminando con su carretilla repleta de repuestos por gran parte de Caracas, para venderlos y ganarse unos bolívares para desayunar y cenar.
“Hay días que no vendo nada y son días muy malos, porque como salgo llego a mi casa”, expresó.
También, Vera dijo que tiene dos hijos fuera del país y en ocasiones le depositan dinero para que pueda medio vivir junto a su esposa.
La historia de Juan García no está tan lejos de la de José y Yonaiker, pues vende pepitos por todas Caracas y sale de su casa desde las 7:00 am para tratar de venderlos y comer.
Sale junto a su padre, un señor mayor, quien vende cigarros y juntos caminan por horas para llegar a casa con un pan o una harina.